A punto estamos de escribir una vez mГѓВЎs
otra gloriosa epopeya del ser nacional;
las tierras que, hay que entregar, al pirata imperial
salvajes las retienen hoy, pero nunca mГѓВЎs.
La sangre de sus cuerpos nuestra tierra abonarГѓВЎ
asГѓВ es pues, al gaucho el pirata explotarГѓВЎ;
salvajes que, viviendo estГѓВЎn, en las tierras del Sur
nuestras lanzas y nuestros sables formarГѓВЎn su cruz.
La historia dirГѓВЎ, que esto es verdad,
pero hay otra historia real:
la que callarГѓВЎ el que se muriГѓВі
por acciГѓВіn del represor.
La Patria en deuda con nosotros estarГѓВЎ
y con estas tierras comerciantes lucrarГѓВЎn,
terratenientes que tendrГѓВЎn el poder comercial
ningГѓВєn gobierno lograrГѓВЎ desterrarlos jamГѓВЎs.
La historia dirГѓВЎ que esto es verdad
pero hay otra historia real:
la que callarГѓВЎ, el que muriГѓВі
por acciГѓВіn del represor.
La historia dirГѓВЎ que esto es verdad
pero hay otra historia real:
la que callarГѓВЎ, el que muriГѓВі
por acciГѓВіn del represor.