Dijeron que volvería,
tan pronto se le irían
las ganas de volar.
Era un chico de mi barrio,
que tildaban de ordinario,
al no ser como los demás.
Y con su pelo en hombros,
se le escapó…
un día a toda esa opresión.
Nunca nadie se sentaba
a escuchar lo que pensaba;
a nadie le importó.
Era amante de la vida,
de la música que un día
sus sueños despertó.
Y con su pelo en hombros,
se le escapó…
un día a toda esa opresión.
Mil historias se contaron
de aquel hombre que marchó;
ignorando el qué dirán,
no importando la razón.
Mil historias se contaron
de aquel hombre que marchó;
ignorando el qué dirán,
no importando la razón.
Pasó el tiempo y me di cuenta
que eran palabras necias,
porque él nunca se mintió.
Pasó el tiempo, ha regresado;
trae ojos ya cansados,
mas sus sueños realizó.
Y con su pelo en hombros,
se le escapó…
un día a toda esa opresión.
Mil historias se contaron
de aquel hombre que marchó;
ignorando el qué dirán,
no importando la razón.
Mil historias se contaron
de aquel hombre que marchó;
ignorando el qué dirán,
no importando la razón.