Anoche soГ±Г© que mi padre estaba vivo y pescГЎbamos juntos en el rГo. Como aquella vez, a mediados del verano, que de niГ±os nos baГ±ГЎbamos en el rГo. Г‰l, que fue testigo generaciГіn tras generaciГіn, no verГЎ a mis hijos. En el rГo las libГ©lulas volaron al exilio. En el rГo, de su cauce ha quedado sГіlo un hilo. Y ese hilo grita asesinos. Anoche soГ±Г© que nadando rГo abajo yo llegaba hasta el mar. Te vi al pasar, sonriendo en una orilla. Te llamaba pero no me oГas. Г‰l, que fue testigo generaciГіn tras generaciГіn, Г©l se fue contigo. En el rГo las libГ©lulas volaron al exilio. En el rГo, de su cauce ha quedado sГіlo un hilo. Y ese hilo grita asesinos. Cuando el sol se hunde y cede el cielo al crepГєsculo, el atardecer cede el rГo a las luciГ©rnagas. Miles de brillantes ojos lo observan todo.
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